
Antonio querido.
Me pides algo sobre Silvio para la web que saldrá a partir del 3er. aniversario de vuestro trabajo PuroSilvio, de recreación y reafirmación de la obra de mi hermano de la vida Silvio Rodríguez.
Siempre que se asume con respeto la obra de cualquier trovador hay que inclinarse, alabar, festejar, más en estos tiempos de tanta degradación cultural promovida por el 1% que busca que la gente siga como idiotas los paradigmas consumistas del Capital (y no precisamente el de Marx).
Seguir la obra de Silvio es comprender el pensamiento de José Martí, de Sindo Garay, de Fidel Castro, del pueblo que desde el Siglo XIX decidió que su nación tenía que ser independiente y ser cantada. Es saber cuánto caló el altruismo internacionalista del Che en la generación que asumió la construcción de la Revolución Cubana a partir de enero del 59, cuánto de lamentable odio hay contra el imperio que nos plantó su bota desde 1898 aun cuando en estos tiempos quieran “mejorar” las relaciones con tácticas zalameras y similar estrategia.
Seguir a Silvio es seguir a lo mejor de Cuba. Y por la parte trovadoresca que me corresponde, con todo lo que ello implica, te agradezco.
Un abrazo y éxitos.
Vicente Feliú, 12 de febrero de 2016.